De baches me alimento

Me imagino que esto será el día a día del resto de mi vida.
Me imagino en un futuro siendo golpeado a nivel ejecutivo, a nivel económico y a nivel personal.
Me imagino por un campo lleno de baches que me como sin cesar.
Me imagino de pequeño tropezándome y dándome golpes contra el frío suelo en invierno.
Me imagino adolescente, mirándome al espejo y dándome de cabezazos contra la pared por una mala decisión.
Y me imagino ahora, de estudiante, siendo vapuleado una vez más por profesores, decanos y notas que se que no representan ni la mitad de lo que me esfuerzo día a ida por llegar a ser buen medico.

Dicen que las dificultades del camino nos hacen mejores, como una selección natural que construye nuestra moral, nuestra forma de ser, a lo largo de la vida.
Dicen que detrás de un muro hay otro, pero que la esencia de la vida es aprender del acto de destruirlos y conocer nuestras dificultades en el mundo.
Dicen que ningún sueño es pequeño si quieres conseguirlo.

Todo son palabras. Nada está garantizado. Pero siempre nos queda el "¿y si lo intento y vemos que pasa?".

Por eso estoy ahora aquí.
Y me imagino disfrutando de los baches de las rutas y de los problemas en los que quiera meterme.
Me imagino en un futuro esquivando los golpes del sistema.
Me imagino alimentándome de las experiencias de caer y levantarse.
Me imagino tropezándome sin caerme y así, adelantando terreno.
Me imagino mirándome al espejo con una sonrisa por darme cuenta de que voy a seguir cometiendo errores.
Me imagino ahora, de estudiante, quedándome una vez más sin aire al ver una mala nota, la cual creías con todo tu ser que iba a ser genial. 
Y me miro al espejo, sonrío por seguir cumpliendo mi sueño y me sigo alimentando de los baches del camino para que un día, la imaginación se haga realidad y el fonendo sea mi nuevo guía en lo mucho que me quede por tropezar.

Comentarios