El flato: qué es y como evitarlo


Fuente: BBC Mundo
Te pones a hacer deporte y pasados unos cuantos minutos empiezas a notar un dolor agudo en la región lateral del abdomen, una sensación que todo deportista en alguna ocasión ha sufrido: el conocido flato o “punto”. De una manera más técnica, se conoce como dolor abdominal transitorio (DAT) asociado al ejercicio físico.


Es curioso, que a pesar del gran estudio existente en el mundo del deporte para evitar lesiones u otra patología asociada al ejercicio, el DAT ha recibido históricamente poca atención y seguimos sin tener una explicación médica 100% segura, aunque se barajan ciertas posibilidades, siendo la teoría más apoyada el hecho de que sea  una mezcla de múltiples causas. Sea como fuere, cuando aparece, se hace muy tedioso para todo aquel que haga una actividad física, sobre todo para el deportista desentrenado.

¿Qué es?

Cuando nos aparece lo describimos como “un dolor agudo y punzante que se suele localizar en el área abdominal, aunque de forma más común en el flanco derecho, que se asocia durante el ejercicio por movimientos repetitivos del tronco superior”. De forma más específica, los estudios afirman que es un dolor agudo o punzante cuando es un DAT severo, y como calambres, dolor o un tirón cuando es menos intenso.

En aproximadamente el 80% de los casos, el dolor se describe como localizado. Además puede presentarse en cualquier región del abdomen pero especialmente a lo largo del borde costal
Fuente: Sports Med. 2015; 45: 23-35
En cuanto a los deportes donde se produce el flato con más frecuencia, en diferentes estudios se coloca a la natación como el deporte en el que existen más episodios (75%), seguido por la carrera (69%), la equitación (62%), las prácticas aerobias (52%), el baloncesto (47%) y el ciclismo (32%); aunque en otros estudios se asegura que hay mayor probabilidad al correr o en equitación.

¿Cuál es la causa?

Como hemos dicho, las causas no están del todo claras, pero la mayoría de los expertos coinciden en que deben ser una mezcla de varias las que influyen en éste dolor. Entre las cuales aparecen:

Fuente: masquefuerte.es
  • Irritación del peritoneo parietal. Es la teoría más aceptada a día de hoy de causa del DAT. Esta irritación del peritoneo parietal (que es la capa externa del peritoneo que se adhiere a la pared abdominal y a la parte inferior del diafragma). En los estudios de Morton y Callister se presentaron las siguiente evidencias de DAT que surgen de este tejido: la agravación de la porción del peritoneo parietal que se adhiere a la pared abdominal causa un dolor agudo y bien localizado de naturaleza similar al DAT, además la porción del peritoneo parietal que subyace al diafragma está inervada por el nervio frénico y da lugar a dolor cuando hay contacto; por otro lado, el dolor que surge del peritoneo parietal se acentúa por el movimiento ya que el peritoneo parietal atraviesa toda la pared abdominal, lo que podría explicar la amplia distribución a nivel abdominald de esta dolencia; también se observó que la tensión en el peritoneo parietal aumenta con el torso en una postura extendida. Junto a todo esto vieron que los niños tienen una superficie peritoneal proporcionalmente mayor que la de los adultos, lo que podría explicar la mayor prevalencia que tienen estos sobre los adultos en sufrir el flato. 
  • Falta de riego sanguíneo adecuadamente oxigenado. Debido a la actividad física los músculos de nuestro cuerpo implicados en el movimiento necesitan una mayor cantidad de sangre, para recibir así la cantidad de nutrientes necesarios para que puedan funcionar adecuadamente. En ese momento el diafragma, que recibe menos riego, se fatiga y esto provoca los pinchazos.
  • Tirones en la región diafragmáticos. Aquellos ligamentos que unen el diafragma, las paredes viscerales y el estómago, se tensan por los movimientos al realizar ejercicio y esto provoca dolor. 
  • Dolor neurológico. La aparición del flato también parece verse afectada por una mala postura, especialmente en la región torácica, pudiendo ser una mala postura sugestivo de DAT al alterar la mecánica de las estructuras abdominales responsables del dolor. Además se ha descubierto que la palpación de vértebras específicas en la región T8-12, que inerva la pared abdominal, podría reproducir los síntomas del flato. Por lo que esta teoría debe tenerse también bastante en cuenta.
  • Comer o beber mucho antes del ejercicio. El diafragma se restringe al existir una falta de sangre y oxígeno, provocando dolor, además de que el estómago pesa más y afecta aún más a la tensión de los ligamentos. Por ejemplo, las bebidas hipertónicas (con altas concentraciones de azúcares) son las que más se relacionan con el flato, ya que se vacían en el estómago de forma mucho más lenta. Además, si el deportista come demasiados hidratos de carbono, fibras y toma líquidos con gas se distiende  aún más el intestino y aumenta las probabilidades de sufrir flato.
  • Exceso de gases. Cuando se acumulan gases en el intestino por haber comido demasiado antes de hacer ejercicio y no haber realizado adecuadamente la digestión.
  • La respiración. Ante una respiración entrecortada y poco constante, el aporte de oxígeno no es adecuado, hay una falta de oxigenación diafragmática debido a lo que hablábamos en el primer punto. Además, siendo el diafragma uno de los principales músculos respiratorios, afecta aún más a la respiración y se convierte en un círculo vicioso.
  • Hipertonía. La excesiva rigidez que algunos deportistas presentan en la musculatura que estabiliza la columna vertebral puede general dolor bajo el diafragma.
  • Susceptibilidad. Ya en un artículo que apareció en el British Medical Journal en 1945, el autor afirmó que algunas personas son más susceptibles al DAT que otros, lo que podría ser atribuido a factores anatómicos, fisiológicos o mecánicos. Varios estudios han demostrado que los menores de 20 años son más susceptibles en un 77% respecto a personas mayores de 40 años que lo sufren en un 40%. Es cierto que el estado de entrenamiento podría tener algunos beneficios profilácticos, pero en algunos atletas la posibilidad de experimentar DAT no puede ser eliminado, debido a sus condiciones físicas.

¿Cómo puedo prevenirlo?

  • Minimizar las oscilaciones: minimizar las oscilaciones es una de las mejores opciones. Para ello es necesario una buena amortización, que estará influenciada tanta por el tipo de calzado que utilicemos como la técnica que tengamos en ese deporte. Por ejemplo, corriendo cuesta abajo habrá más oscilaciones, por lo cual debemos procurar realizar un trote más suave en estas zonas y haciendo mayor hincapié en la técnica de carrera, para así intentar evitar un balanceo demasiado brusco del torso.
  • Alimentación: es recomendable tener una alimentación saludable ya no solo para evitar el flato sino para nuestra vida en general. En nuestro caso, evitar problemas de acidez e inflamación intestinal hacen menos probable la aparición del flato. Además, dejar tiempo suficiente tras las comidas para comenzar con el ejercicio o evitar llenar el estomago demasiado con líquidos, evitará que tengamos mucho peso en el estómago, reduciremos las oscilaciones de éste y no habrá una falta de aporte sanguíneo que repercuta a nivel diafragmático. De este modo, lo mejor será evitar cualquier tipo de ingesta 1 o 2 horas antes del ejercicio y evitar las bebidas hipertónicas o ricas en carbohidratos, como pueden ser los zumos.
  • Hidratación durante el ejercicio: cuando necesitemos hidratarnos, es mucho mejor beber sorbos pequeños y constantes que sorbos grandes, debido a que con unos sorbos grandes lo que conseguiremos es llenar de forma brusca el estómago y aumentar la oscilación.
  • Respiración: debe ser uniforme y acorde al ritmo que llevemos para evitar quedarnos sin un aporte adecuado de oxígeno para nuestros músculos. Por lo cual debemos entrenarla, aquí te dejo una página donde te explica detalladamente cómo debes hacerlo.

Y si tengo flato, ¿qué hago?

Fuente: www.runners.es
Si a pesar de haber hecho todo lo posible para evitarlo, te aparece, por ejemplo si no realizas ejercicio físico de forma habitual, puedes hacer dos cosas: por un lado, continuar con el ejercicio al mismo ritmo pero mejorando la respiración y que así se consiga hacer desaparecer el dolor; o por otra parte puedes bajar el ritmo, pero sin parar en seco ya que esto sería contraproducente para el organismo. Al mismo tiempo puedes tensar la zona abdominal y respira de forma suave y rítmica.

También puedes presionar con la mano en la región del dolor y flexionar ligeramente el tronco. Esto suele dar resultado y a los pocos minutos de hacerlo desaparece el dolor y puedes volver al ejercicio sin mayores problemas.

Si el dolor empieza a ser muy fuerte, lo mas recomendable es no continuar, reducir el ritmo y pararse. Puedes espirar profundamente para vaciar los pulmones y realizar movimientos de flexión-extensión abdominal.

Si ves que a pesar de todo no desaparece, no es recomendable continuar. Regresa caminando a casa y relájate. Parar la actividad a veces es lo más sensato cuando hay un dolor que no desaparece y que convierte el entrenamiento en un castigo. Lógicamente, si el dolor persiste y no cede ni con el reposo es recomendable que acudas a tu médico.

Experiencia personal

Llevo al menos desde 2008 realizando un ejercicio físico fuerte (aunque he bajado el ritmo debido a las interminables horas de estudio de medicina), e incluso en mi mejor momento físico o en ayunas o cumpliendo todos los supuestos requisitos que harían evitar este dolor, he terminando sufriendo el flato o "dolor de yegua" como se dice en Latinoamérica. Generalmente manteniendo el ritmo de carrera y respirando de forma adecuada, he conseguido reducirlo y hacerlo desaparecer para que no me afectase durante los entrenamientos o mismamente en competición, recurriendo también en algún caso a las otras posibles soluciones que os he contado anteriormente y nunca he tenido que parar del todo para poder continuar. Pero este es mi caso.

Es cierto que estas molestias dependen mucho del tipo de persona, de su fisiología y de su estado físico, ya que como es lógico si eres una persona que nunca ha hecho deporte y empiezas de cero, vas a terminar por tener este dolor, porque repito, es algo muy muy común. Tanto es así, que he leído numerosos casos de corredores de maratón, que en algún momento de sus carreras (incluso en su pico de forma) les ha aparecido el flato. Esto me lleva a pensar que a parte de todas las causas más fisiológicas que os he relatado anteriormente, hay un punto de estrés o de descanso que hacen que estos casos sean más o menos probables.

Hay que recordad que este dolor no es algo grave ni debe tener una consecuencia especialmente negativa en el día a día de cualquier deportista, pero siempre es recomendable tenerlo controlado y valorar acudir al médico en los casos en los que sea un hecho muy frecuente en tu vida de deportista diaria, más que nada para evitar cualquier posibilidad de que haya una patología subyacente que lo provoque. De este modo, si te aparecen estos pinchazos de forma muy común, en diferentes localizaciones del abdomen o que no se asocien con el ejercicio, no lo dudes y acude a tu médico de cabecera, las urgencias solo para casos urgentes.

En conclusión, la etiología del DAT sigue siendo especulativa, aunque se han realizado progresos en los últimos 15 años con respecto a los posibles mecanismos. Si bien algunas teorías estudiadas parecen improbables a la luz de los hallazgos más recientes, han surgido otras teorías novedosas que podrían abrir luz por fin ante este problema. A pesar de ello se sigue pensando que la irritación del peritoneo parietal parece explicar mejor la dolencia pero se necesitan aún más estudios para comprender mejor la etiología del flato y poder así desarrollar algún procedimiento específico que nos permita manejar adecuadamente esta dolencia, si es que fuera posible. 

Para todo aquel que quiera informarse más, le dejo el artículo principal con el que he estado informándome.
Espero que este aporte basado un poco en mi experiencia y en los artículos que he ido encontrando, te sirva para mejorar como deportista y para, en el caso de que aparezca, sepas como evitarlo para continuar con tu entrenamiento.

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